Kuyén Bonsái es tanto un punto de llegada como de partida. De llegada, porque es un sueño –transformar un pasatiempo en profesión- que nació en la mente de Mariano Thomas allá por 1999, cuando tomó un curso de iniciación a cargo de Norma Bergamín de Acosta en la Asociación Platense de Bonsái. Y porque el bonsái siempre fue una inquietud presente en los anhelos de Martín Sasaki –hijo y nieto de viveristas radicados en Don Torcuato, Provincia de Buenos Aires-.
El punto de inflexión se dio en Trevelin, donde esa pasión compartida se transformó en un nuevo comienzo, y desde el año 2015 unieron esfuerzos y saberes para dar forma al emprendimiento productivo de Bonsái más austral de la República Argentina.